La boda de Carlos y Laura que fue una fiesta.
Desde la preboda ya lo intuía: esta boda iba a ser una auténtica fiesta. Pero lo que no me esperaba era encontrarme con una pareja tan especial y rodeada de gente tan alegre, divertida y acogedora. ¡Me hicieron sentir como en casa desde el primer momento!
Laura es pura dulzura, y Carlos tiene una simpatía arrolladora. Los dos estaban deseando celebrar este día con todas las ganas del mundo, y vaya si lo hicieron. Se notaba en cada detalle, en cada mirada, en cada carcajada compartida… y en el fiestón que se montaron.
La ceremonia fue en la Iglesia de San Pedro en Gijón, y después nos fuimos a la maravillosa Quinta del Ynfanzón, donde arrancó lo que fue una auténtica celebración en mayúsculas. La llegada de los novios en coche descapotable fue espectacular, todos con la sonrisa puesta y el cuerpo ya pidiendo fiesta.
Y hablando de fiesta… lo del cóctel no fue normal: Villaboy Band montó un conciertazo de los que te levantan del sitio sí o sí. ¡Bailó y cantó el 100% de la boda! Fue una auténtica pasada y creó una energía brutal desde el principio.
La decoración y toda la coordinación del día fueron obra de El Botón Rosa (Tania, eres magia). El ambiente que creaste fue espectacular. Las flores, de la mano de Floral Gala, le dieron el toque perfecto a cada rincón.
Laura lucía un vestido de Pronovias que era el ejemplo perfecto de cómo la sencillez bien llevada puede ser absolutamente preciosa. Estaba guapísima, con un estilazo natural y sereno que lo decía todo. Y por supuesto, no puedo dejar de mencionar a las chicas de La Mona Riza, responsables del peinado y maquillaje. Cada vez que trabajo con ellas, sé que la novia va a brillar. Y con Laura no fue la excepción: estaba radiante.
Carlos no se quedó atrás: con su traje de Boutique Juan, elegante y relajado, totalmente en sintonía con el día.
Y cuando llegó el momento del baile… Laura apareció con su segundo vestido, lleno de flecos y movimiento. Una maravilla. Me lo pasé en grande haciendo fotos mientras ella giraba y bailaba — puro dinamismo, pura alegría. O tal vez era la energía que había en el ambiente porque teniamos a Dj Montes dandolo todo y montando una fiesta épica.
Y yo… feliz. Feliz de haber estado ahí, de haber compartido este día con una pareja tan auténtica y rodeada de una familia y unos amigos que me hicieron sentir una más. Y feliz también de repetir… porque aún nos quedaba la postboda, y como me dicen muchas parejas…volver a vernos en la postboda es como seguir celebrando un poquito más.
Gracias de corazón.