La boda de Ramón y Susana en el Restaurante La Tabla
Susana y Ramón decidieron despedir el año de la mejor forma posible: casándose rodeados de los suyos, el 30 de diciembre, en pleno invierno. Eligieron el Restaurante La Tabla, un sitio con muchísimo encanto y unas vistas al valle de Fano (en Gijón) que son una auténtica pasada. Además, con toda la decoración navideña e invernal… el ambiente era de cuento, cálido, acogedor y perfecto para lo que ellos querían: una boda sencilla, íntima, bonita y con mucho corazón.
Susana estaba guapísima. Llevaba un vestido impresionante de Nicolás Costura (que es un crack), con tirantes de lentejuelas, unos detalles de plumas en los hombros súper especiales, espalda descubierta y una abertura lateral que le daba ese punto sexy pero con elegancia. El corte era ideal para ella. Lo combinó con unos Jimmy Choo, una estola de pelo que le daba ese rollo glam de invierno y un ramo en tonos rosa suave, con un toque desenfadado que le iba genial al look. Todo muy ella: sencillo pero con estilazo.
Llevaba el pelo en coleta (¡ya sabéis cuánto me flipan las novias con coleta!), peinada por el equipo de Alonso’s , y maquillada por Laura Gesto, que acertó de lleno con un maquillaje natural y luminoso. Los preparativos los hizo en el Hotel Môderne, que es una pasada: tiene una iluminación puntual que queda espectacular, sobre todo para una boda de tarde e invernal como esta, y su terraza para preparativos de novia es de lo mejorcito de Gijón, sin exagerar. Es cierto que Susana y Ramón son más bien reservados, así que los momentos previos fueron tranquilos, con mucho cariño y calma.
Él también estaba muy elegante con un traje de Sastrería Arsenio Suárez, y juntos formaban una pareja preciosa. La ceremonia fue pequeñita, muy romántica, con esa magia que tiene lo navideño. El equipo de Liebling llevó todo con mucha sensibilidad y naturalidad. La deco estuvo en manos de Patricia Vic, que lo bordó. Supo darle ese aire navideño sin caer en lo obvio. Y luego… ¡la fiesta! Aquí sí que la cosa cambió: si en los preparativos eran más serios, en la pista se soltaron totalmente. ¡Menudo ambientazo! Con la música de GRG Eventos y sus amigos dándolo todo.
Fue una de esas bodas pequeñas, pero intensas. Que te dejan buen cuerpo y una sonrisa cuando vuelves a casa. Gracias Susana y Ramón por dejarme contar un trocito de vuestro día.